viernes, 8 de octubre de 2010

La ciencia y el bicentenario


Este mes de festejos patrios, los mexicanos nos hemos enorgullecido de la obra de muchos mexicanos notables, tales como los llamados héroes de la independencia: Hidalgo, Morelos, Josefa Ortíz de Domínguez…

Además de estos conocidos íconos de nuestra historia, casi cualquier persona medianamente informada en el país sabe quién es Carlos Fuentes, o quiénes fueron Octavio Paz y Diego Rivera. Son pilares de la cultura mexicana que han dado la vuelta al mundo, y son parte del orgullo nacional.

Sin embargo, hay todo un sector de la comunidad intelectual poco conocida entre la sociedad mexicana: los científicos. También ellos han hecho importantes contribuciones al saber y al conocimiento universal, pero la realidad es que casi todos son ignorados.

En México se desconoce a los científicos mexicanos a pesar de que algunos de ellos han participado, por ejemplo, en la creación de principios activos de varios fármacos de uso generalizado, como es la píldora anticonceptiva; o han trabajado en el descubrimiento de cuerpos celestes, algunos de los cuales llevan su nombre; o en el campo de la arquelogía, del cual se desconoce a quienes han hecho descubrimientos sobre tradiciones y creencias de nuestras culturas prehispánicas, parte imprescindible de nuestro fundamento como nación.

Para reflexionar acerca del desarrollo de la ciencia en México durante estos 200 años de independencia del país, entrevistamos a Ruy Pérez Tamayo, una de las figuras más importantes dentro de la comunidad científica mexicana. Multifacético (médico, maestro, investigador, escritor, divulgador de la ciencia), siempre ha dicho y demostrado que la ciencia es una forma de vivir la vida.

Ruy Pérez Tamayo nos explica que como muchos otros aspectos de México, la ciencia y la y tecnología también están subdesarrolladas. Pero dicho subdesarrollo no es un síntoma más del subdesarrollo general del país, sino que es una de sus causas más prominentes. En otras palabras, no es que la CyT estén subdesarrolladas en México porque el país está subdesarrollado, sino que México está subdesarrollado porque no ha sabido promover y apoyar el desarrollo de la CyT.

ESCUCHA AQUI nuestro programa especial del lunes 27 de septiembre, sobre LA CIENCIA Y EL BICENTENARIO.



Algunos datos de interés sobre el estado actual de la ciencia en México:

1) Actualmente pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) cerca de 16,000 científicos, mientras que el país tiene aproximadamente 100 millones de habitantes. Eso permite calcular que en México hay casi 1 investigador por cada 10,000 habitantes. En cambio, en Chile hay 5, en Brasil hay 6, en España hay 7, en Alemania hay 32 y en Japón hay 40.

2) En el año 2,000 en México se graduaron 1,109 doctores en todas las disciplinas (no sólo en las científicas), mientras que en ese mismo año en Corea del Sur se graduaron 5,587, en España 5,980, en Brasil 6,600, en Canadá 7,274 y en EEUU 45,481. Las diferencias no se explican por el diferente número de habitantes en cada país, porque España tiene menos de la mitad de habitantes que México y graduó 5 veces más doctores, y los EEUU tienen 3 veces más habitantes que México pero graduó 45 veces más doctores.

3) De los países que forman parte de la OCDE, México es de los que gasta menos en el desarrollo de su CyT. México invierte cerca del 0.4% del PIB en ese rubro, mientras que la UNESCO ha señalado que los países en desarrollo deberían dedicar cuando menos el 1.5% del PIB en apoyo a la CyT, Alemania invierte el 4-0%, Suecia el 6.0%, Holanda el 8.0%.

Las instituciones privadas realizan tan sólo el 1.9 por ciento de la ciencia y la investigación en México prevalece una excesiva concentración de los investigadores en la ciudad de México y que dos instituciones formaron al 91 por ciento de los autores que obtuvieron su doctorado en México: la UNAM y el Cinvestav.
En opinión de Ruy Pérez Tamayo, algunas de las causas principales del subdesarrollo científico en México pueden resumirse en las siguientes:

1) Retraso de cerca de 3 siglos en la incorporación de la CyT a la cultura del país, debido en parte a que Todavía en el año 2,000 la Academia Mexicana de Ciencias realizó una encuesta urbana sobre las creencias de la población y encontró que el 71% cree en los milagros, el 60% cree en la magia negra, y el 55% cree que el diablo existe. Esto es consecuencia de la desatención crónica a la educación primaria en el país, lo que a su vez determina que la sociedad mexicana todavía no sienta (o de plano rechace) la necesidad del desarrollo de la CyT.

2) El primer intento del Estado mexicano de promover el desarrollo de CyT en el país fue la fundación del CONACyT, en 1970, o sea hace apenas 40 años. La última institución de educación superior creada por el Estado fue la UAM, en 1973, o sea hace apenas 31 años. El SNI se creó en 1985, o sea hace apenas 25 años. La Ley para el Fomento de la Investigación CyT que incluye la creación de un Foro de Consulta en CyT (FCCyT), se aprobó en el año 2,000, o sea hace apenas 10 años.


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